¿Sabes cual es tu destino? Amas lo que haces?

¿Conoces tu propósito?

Creo que cada uno de nosotros nace con un regalo especial para compartir con el mundo.

Algunas personas son más afortunadas que otras al encontrar y vivir su propósito cada día. Como dice el refrán, “cuando amas lo que haces y haces lo que amas, no es trabajo”.

Desafortunadamente, la mayoría de las personas despiertan cada día para ir a un trabajo que no aman, rezando para que sea viernes y rogando que el lunes nunca llegue, sin nunca hacer el trabajo que los apasiona. El resultado es almas infelices e intisfecha.

La felicidad duradera, en mi opinión, solo puede realizarse cuando tu don y propósito están alineados con lo que haces cada día. ¿No has notado que eres más feliz cuando haces algo que amas?

Prueba esto…

Piensa en una actividad que te deja lleno de energía y alegría al hacerlo, o piensa en las cosas en las que eras bueno cuando niño. Esas cosas son claves para lo que es tu don y propósito.

Por ejemplo, desde que era una niña me encantaba escribir, de hecho, mi abuelo me apodó “La Periodista”, porque me encantaba contar historias. Caminaba con un  cuaderno para hacer notas y un bolígrafo entrevistando a las personas sobre sus vidas y escribía historias increíbles de sus experiencias. Esa era mi clave de que escribir era el propósito de mi alma.

Con demasiada frecuencia, cuando nos hacemos adultos, terminamos haciendo cosas que no reflejan las cosas con las que soñábamos cuando éramos niños. Te has preguntado por que? Muchos de nosotros, cuando niños, soñabamos con convertirnos en una primera bailarina, un astronauta, un inventor, un bombero, un médico, un piloto, una sirena. Sirenas aparte, ¿por qué no nos convertimos en esas cosas? A medida que crecimos, ¿qué nos hizo creer que esas cosas no se podían lograr?

Házte estas preguntas. Si supieras que no puedes fallar, ¿qué estarías haciendo hoy? Si el dinero u otros impedimentos no fueran un problema, ¿cómo pasarías tu tiempo? ¿A quién servirías?

Cada vez que planteo esas preguntas a alguien que conozco me dicen:

“Ah, eso es fácil …” y proceden a decirme cuál es su verdadera pasión y cómo pasarían el resto de sus vidas si el dinero no fuera una necesidad.

Lo que descubrí después de hablar con muchos de ustedes en preparación para este blog es que las personas no están viviendo su propósito debido a la falta de conocimiento, aunque más personas de las que esperaba realmente saben cuál es su pasión. ¿Entonces que impide que las personas ejerzan su pasión?

Déjame ilustrar.

Mi buena amiga Lina ha trabajado como agente de programa para una EDTech empresa de educación a distancia durante los últimos 15 años. Lina fue despedida recientemente y ahora está en el proceso de encontrar un nuevo trabajo.

Durante el desayuno, una mañana, le pregunté a Lina por qué está buscando otro trabajo cuando su verdadera pasión es hornear pasteles. Lina ha estado horneando sus hermosas creaciones a tiempo parcial al lado de su otro trabajo durante años. Lina sabe bien que hornear es su principal don y el propósito que debe hacer en su vida.

¿Cómo sabe ella esto? Porque es lo único que la hace sentirse viva. Hornear es su activida favorita y lo que hace que su corazón cante.

Como observadora externa, le pregunté a Lina si había considerado que, tal vez, ser despedida de la compañía EDTech, es una señal y un regalo que el Universo le está dando para finalmente empujarla a desarrollar su verdadero propósito a tiempo completo y finalmente vivir la vida que esta destinada a tener.

“¿Por qué no dar un salto de fe y confiar en el Universo?” “¿Por qué no pones todo tu esfuerzo en construir tu sueño?”, Le pregunté.

Su respuesta fue típica de todas las que hemos vivido en carne propia: MIEDO A FALLAR

“Muchas personas inconcientement dejan morir sus sueños porque al matar sus sueños, evitan la decepcion del fracasaso”

El miedo a fallar

El miedo al fracaso es el principal obstáculo en cuanto a por qué tantas personas viven sus vidas con su pasión latente. El miedo que siente Lina es tan real como su verdadero don, y la verdadera prueba para todos nosotros es preguntarnos cuál será más poderoso: si nuestro miedo a fallar o nuestra pasión por cumplir nuestro verdadero llamado.

Muchos de nosotros cuestionamos nuestra capacidad, nuestro talento y nuestra valía para poder perseguir nuestro verdadero sueño. Encontramos cientas de razones por las cuales no podemos y no tendremos éxito. Lo peor es que creemos en nuestros propios pensamientos infundados.

Yo estuve ahí. Sabía en mi corazón que lo que más me gustaba en la vida era escribir. Sí, mi pasión era y sigue siendo crear historias. Creo que esto se ha vuelto obvio para muchos de ustedes que leen mis historias mensuales en Twitter y Facebook. ¡Gracias por eso!

Pero antes de dar este salto de fe, nunca me consideré lo suficientemente digna o lo suficientemente buena como para vivir de mi pasión. No creía en mi talento lo suficiente. En aquel entonces, mi miedo a perder era más fuerte que mi deseo de vivir en mi propósito.

¿Entonces qué hice?

Me conformé con trabajos ordinarios y una existencia ordinaria y sí, temía el comienzo de la semana y temía cada minuto entre lunes y viernes.

Me dije tantas cosas estúpidas a lo largo de los años. Me dije a mí misma que no podría ser una gran escritora y una gran creadora de historias porque no tenía un entrenamiento formal. Me dije a mí misma que no tenía el suficiente talento, que el inglés no era mi primer idioma y que, por lo tanto, no podía esperar a escribir libros y, lo que es peor, cuestioné el hecho de que tal vez no tenía ningún don real para ofrecerle al mundo. Tristemente, me convencí y bloquee mi propio destino durante muchos años.

No fue hasta que fundé la empresa de educación en línea que finalmente pude ejercer mi verdadero don en el trabajo que hacía todos los días.

Utilicé mi afán por escribir y contar historias combinado con mi deseo de ayudar a la gente, para vender un concepto futurista a las universidades. Persuadí a las universidades para que le permitieran a mi empresa tomar sus programas de grado tradicionales y convertirlos a un formato en línea. Esto permitió a las universidades alcanzar a una población estudiantil a la que nunca hubieran tenido acceso.

Hoy esto suena como algo que toda universidad debería hacer, pero en 1994, la Red era un concepto extraño para la mayoría de las personas. Lo que proponía era extraño para los decanos y directores de las universidades. Afortunadamente, descubrí lo exitosa que era al usar mi arte de crear y contar historias para pintar una imagen del futuro.

Fui a conferencias para hablar y educar a profesores, decanos y administradores sobre un mercado aun no explorado y un futuro para sus programas universitarios.

Fue surrealista y los papeles fueron revertidos. Yo era la maestra y ellos eran los estudiantes.

Escribí artículos en revistas sobre los beneficios de impartir educación a distancia y sobre cómo las nuevas tecnologías emergentes podrían utilizarse para mejorar la educación. Me sentí como Los Supersónicos tratando de emprenderles una imagen de un mundo futuristico a través de las palabras, pero un mundo el que la mayoría de la gente aún no podían entender o inmaginar.

Cualquier persona que mirara de afuera me hubiera dado 100 razones por las cuales iba a fallar. Comparada con nuestros competidores, no teníamos capital de riesgo, ni inversionistas y éramos la compañía más pequeña en nuestro espacio.

¿Cómo logramos tener éxito?

En el momento en que decides dar un salto de fe a vivir en tu sueño, el Universo se pone a trabajar y ella conspira para ayudarte a que se cumpla tu propósito.  Nuestro trabajo con la compañía de EDTech estaba alineado con mi destino y propósito, ¿Y adivina qué? Efectivamente, el Universo intervino y comenzó a guiarme.

Después de intentar un año en Canadá sin éxito, me aventuré en los Estados Unidos. La primera universidad que se arriesgó a contratar una compañía sin trayecto probado fue la La Universidad Estatal de Colorado, que tenía un gran programa de aprendizaje a distancia cuyo programa eran enviados por correo tradicional y no en linea. La Universidad Estatal de Colorado puso a nuestra compañía en el mapa. Todo lo que necesitábamos era una universidad que nos diera una oportunidad y que mejor universidad que una pionera y destacada por su aprendizaje a distancia. Si esa no fue la mano de Dios, ¡no sé lo que fue!

Lo que no pudimos lograr en nuestro hogar en Canadá lo logramos en el exterior. Mi empresa se convirtió en una de las principales proveedoras de educación a distancia, con más de un millón de estudiantes por todo el mundo. Ese salto de fe hizo posible que los adultos que trabajan a tiempo completo pudieran cambiar y mejorar sus vidas al hacer la educación disponible en cualquier momento y en cualquier lugar.

¿Fue facil? ¡NO!

¿Fue un éxito de la noche a la mañana? ¡Si claro!

Un éxito de la noche a la mañana que tomo 15 años de lucha, lágrimas, fe, prueba y error, pero que fue nuestra verdadera pasión y fue esa pasión la que nos llevó a superar los tiempos difíciles y nos impidió abandonar el sueño.

Nunca cumplirás el propósito de tu alma a menos que estés dispuesto a correr el riesgo de fallar. Nunca vas a tener éxito en encontrar tu verdadera pasión a menos que estés dispuesto a permitirte sentir el miedo y usarlo para impulsarte a la acción. No hay nada de malo con el miedo. El miedo es una parte normal de la vida. Lo que tienes que decidir es si vas a utilizar al miedo o si vas a dejar que el miedo te utilice a ti. La decisión es completamente tuya.

Un Plan B

El obstáculo siguiente que nos impide lograr nuestros sueños es tener un Plan B

Has oído a la gente decir: “Asegúrate de tener algo a que recurrir.”

“Asegúrate de tener un trabajo de tiempo completo de apoyo para pagar tus cuentas mientras vas detrás de tu sueños”

EL PEOR consejo que alguien te puede dar y uno al que nunca deberías escuchar.

De hecho, eso es lo primero que me dijo Lina: “Necesito un trabajo para tener algo en que depender, ya sabes, para pagar las cuentas. No será por mucho tiempo, tal vez un año hasta que despegue mi negocio”

La triste realidad es que he escuchado esto muchas veces y he visto a esas mismas personas diez años después, todavía en el mismo trabajo, y con sus sueños aún esperando. Tener algo a lo que recurrir solo te dará la ilusión de seguridad y te impedirá brindar la energía necesaria para realizar tu destino.

Debes de confiar lo suficiente en tu pasión y don y saber que el Universo puso ese sueño en tu corazón por una razón: para cumplirlo. Entiende que cuando das ese salto de fe, el Universo trabaja por detrás para alinearlo todo para que tu sueño se cumpla. Al menos eso es lo que creo.

De repente, puertas que no sabías que existían se abrirán para ti. Las personas correctas, las oportunidades y las circunstancias aparecerán para ayudarte a alcanzar tu destino.

Una vez que estás alineado con el propósito de tu alma y haces una intención alimentada por la pasión, nada te detendrá.

Déjame poner esto en perspectiva. Cuando criastes a tu hijo, ¿tenías un plan B por si tu hijo no quisiera caminar?

Por supuesto que no. El fracaso no era una opción. Hiciste lo que fuera necesario para garantizar que tu hijo aprendiera a caminar.

Tener algo mas con que respaldarte solo ocasionará que tu destino no llege a su tiempo preciso. Como dijo Denzel Washington en una entrevista, “No quiero tener nada en que respaldarme excepto mi fe.”

Hay una historia que leí hace muchos años acerca de un Comandante que llevó sus tropas a la orilla del territorio enemigo para conquistar ese país. Aunque el ejército no tenía otro medio para escapar más que los barcos en que llegaron, el Comandante ordenó a sus soldados que quemaran los barcos. Cuando se le preguntó por qué dio tal orden, él respondió:

“O luchamos para vencer o morimos”.

El Comandante entendió bien la naturaleza humana. Al tener una ruta de escape, un plan B, sus soldados no lucharían con la misma valentía y ​​coraje, mientras  supieran que podían escapar en sus botes. El Comandante entendió que sus soldados pelearían de manera diferente si supieran que sus vidas dependían de ello.

Lo mismo ocurre con nuestro propósito de alma. Cuando estaba construyendo mi empresa, no tenía nada a que más recurrir. Estaba recién salida de la universidad. Tenía un pequeño préstamo del banco y todo mi sustento estaba dependiendo de que mi negocio fuera un exito. Tener algo a lo que recurrir te evitará realizar realmente tu sueño.

QUEMA TU BARCO.

Da el salto de fe y confía en el Universo, tú tienes todo lo que necesitas para ver tus sueños materializados.

El camino a lo seguro

El tercer obstáculo que impide que las personas realicen su sueño es el escoger el camino más fácil y seguro. Muchos de nosotros desistimos de lo que tenemos que ofrecerle a este mundo porque no vemos cómo podemos hacer una diferencia verdadera. No vemos cómo podemos cambiar o influenciar a alguien o ganar dinero en el proceso. En consecuencia, nos conformamos rápidamente con otra cosa que pueda pagar nuestras cuentas. Elegimos tomar el camino más seguro y ¿por qué no? ¡Es más fácil!

Olvídalo.

Lo seguro es aburrido y es complaciente.

En el momento en que comienzas a dudar de tí mismo al tener éxito en tu sueño, SIGUE TU TRAYECTO. NO PARES. Ignora la charla en tu cabeza. El cerebro está diseñado para hacerte dudar con el fin de mantenerte a salvo. En el momento en que tu cerebro percibe que estás adentrándote a lo desconocido, inmediatamente intentará detenerte. Tu propio cerebro intentará convencerte de que no lo intentes porque es más seguro aquí en lo conocido. Muchos de nosotros escuchamos el parloteo de nuestro cerebro y nos quedamos en vidas inferiores a las que nos esperaban.

El conocimiento es poder, y cuando aprendí esto, pude continuar simplemente tomando conciencia de mis pensamientos. La mejor arma para calmar y debilitar a la charla de los monos en mi cerebro era no dedicarle energía. Solo porque piensas algo, no significa que sea verdad.

Cuando estaba escribiendo mi libro, La Peor, Mejor Cosa Que Me Sucedió, tuve todo tipo de comentarios limitantes y temerosos en mi mente que me decían que no era lo suficientemente buena para escribir un libro. Lo ignoré y seguí adelante. Me recordé a mí misma que cualquier incomodidad que sintiera, era normal y que si sentía miedo, estaba en el camino correcto. Me complace comunicarles que mi libro estará en el mercado para Noviembre de este año.

El objetivo de este blog no es persuadirte de que dejes tu trabajo diario o cambies la dirección de tu vida. Solo tú puedes llegar a esa decisión. Solo soy la redactora de cuentos ¿recuerdas? Simplemente deseo rociar semillas pequeñas de conocimiento en tu suelo. Tú decides si cultivarlas o no.

Dicen que el lugar más rico del mundo se puede encontrar en los cementerios. Enterrado en esas tumbas hay tesoros ocultos de sueños no realizados. No lleves tu regalo a tu tumba. Compártelo. No prives al mundo de tus libros nunca escritos, de tus canciones nunca cantadas, de tus ideas o inventos nunca realizados que podrían haber cambiado el mundo.

Creo que fuimos colocados en esta tierra para descubrir y compartir nuestro don y, como tal, tenemos la responsabilidad con la humanidad de cumplir nuestros sueños. Dios no te dio ese regalo para que permanezca enterrado. RECLAMALO. Tu pasión necesita ser más fuerte que tus miedos.

Mi regalo es compartir contigo cómo llegué a descubrir mi verdadera pasión y quizás esto pueda inspirarte a encontrar la tuya. Mi consejo: no dejes que la historia que te dices a ti mismo te impida vivir la vida que debes tener. No escondas tus sueños debajo de la alfombra cuando cierras la puerta todos los días en camino hacia ese trabajo que no amas.

Atrévete a soñar. Quema tu barco y ve cómo se desarrolla tu vida. En las palabras de Lisa Nichols, “Agarra el miedo en una mano y la pasión en la otra, y vuela.”

Con gratitud,